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domingo, 6 de mayo de 2012

Los aviones de Jaime Güell Bográn.


Por: José A. San Martín F.


Coronel. de Aviacion F.A.H(r).

Coincidiendo con el 81 aniversario de la Fuerza Aérea Hondureña, el abogado y diplomático de carrera don Jaime Güell Bográn presentó, ante una nutrida concurrencia en un salón excelentemente decorado de la Cancillería hondureña, su libro “Los aviones de la Fuerza Aérea Hondureña”. Presentado magistralmente, en el evento, por Francisco Zepeda Andino, ex comandante general de la FAH y, en el libro, por el ex canciller Carlos López Contreras, permite que esta aportación nacional al arraigo de la historia, la cultura y nuestra identidad nacional, como bien lo expresa el mismo autor, eleve en positivo régimen ascendente, al igual que lo hacen nuestras aeronaves de combate, un verdadero sentimiento de admiración, emoción y orgullo por la aviación hondureña.


Es importante reconocer que Honduras fue gestora de la aviación regional y la historia, como bien lo plasma el abogado Güell Bográn en su libro, da fe de ello. Un archivo poco conocido entre la hondureñidad y que, por ser parte importante de la historia de Honduras, debe ser incluido dentro en los planes de estudio del sistema educativo nacional en todos sus niveles.

Es obvio que don Jaime Güell Bográn es un amante de la aeronáutica; con su libro, extiende infinitamente no solo su arraigado entusiasmo y admiración por la aviación hondureña, sino también su amor por Honduras y su historia. Desde muy joven se interesó en los aviones y, como nos lo expresara él mismo, lamentablemente, un examen de la vista, requerido para ingresar a las filas de la gloriosa Fuerza Aérea Hondureña, le privó de su aspiración por tomar los controles de un avión, de combate, naturalmente. Seguramente fue un momento muy triste para ese joven que, entonces, había trazado su futuro siguiendo las blanquecinas estelas que forman los aviones que a gran altura cruzan los aires de Honduras. Sin embargo, su legado, su libro particularmente, lo coloca en los estadios superiores donde solo les corresponde a quienes dan gloria a la aviación nacional y su historia.

Muy bien lo dijo el coronel Zepeda en su presentación al agradecerle a don Jaime Güell, este libro que lo debimos haberlo hecho los aviadores y aerotécnicos de la FAH hace muchos años atrás. Yo diría que don Jaime, por no haber integrado la lista de los aviadores nacionales, nunca se ha considerado un foráneo de la aviación; su esfuerzo es una gran muestra, y prueba, de que siempre ha gritado “presente” durante la formación de los integrantes del escuadrón aéreo de la FAH y de la aviación de Honduras. Hoy, más que nunca, jamás se le dará de baja de dichas filas.

El libro, “Los aviones de la Fuerza Aérea Hondureña” se constituye en el arranque para descubrir muchísimos hechos, experiencias, documentos y fotografías que aún yacen escondidos, olvidados y desatendidos, a la espera de ser revividos para remozar la historia de la aviación de nuestra Honduras. La riqueza de información, gráficos y fotografías del libro, son emocionantes y sorprendentes. En él nos damos verdadera cuenta del extraordinario recorrido por el que ha transitado Honduras y su Fuerza Aérea para alcanzar su calificativo de “gloriosa”.

La génesis de la aviación nacional es simple y sencillamente extraordinaria; es desconocida por la mayor parte de la población la influencia de hombres y equipos aéreos de Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos que participaron en estos orígenes. Los hondureños en su gran mayoría ignoramos lo que hemos sido aeronáuticamente hablando. Increíble que haya sido Tegucigalpa la primera capital del Continente que experimentó el empleo de la aviación con fines bélicos, ¿no es esto sorprendente? Como también lo fue la visita que realizó Charles Lindbergh en 1929, las operaciones que realizó la FAH en 1942 en la detección y persecución de submarinos de la Alemania Nazi en el mar caribe, la participación de Honduras con su Fuerza Aérea en la defensa de su soberanía contra las hermanas repúblicas de Nicaragua y El Salvador. El libro del abogado Güell Bográn nos transporta a todos esos momentos históricos y a muchísimos otros más, muy poco conocidos.

Desde 1921, Honduras siente y vibra con el rugir, en su espacio aéreo, de la tecnología aeronáutica que atraviesa de norte a sur y de este a oeste, llevando progreso y seguridad a nuestro querido pueblo hondureño. En muchos de estos tránsitos, allá, muy arriba, también ha dejado estelas blancas nuestro queridísimo Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, como bien lo expresa el abogado López Contreras en su presentación escrita del libro. Soy fiel testigo personal de ello cuando en cierta oportunidad compartimos los controles de un C-130 “Hércules” de la FAH en ruta de La Ceiba hacia Tegucigalpa transportando a la Patrona de Honduras, nuestra virgencita de Suyapa. Ciertamente volábamos muy bien protegidos.

“Los aviones de la Fuerza Aérea Hondureña”, de don Jaime Güell Bográn, se constituye en un importante texto histórico que debe ser conocido y mostrarse como una joya hondureña en todos los libreros y colecciones, no solo de los amantes de la aviación, sino de todos los hondureños dentro y fuera del país. Su edición, de excelente calidad, es muy limitada. No desaprovechemos la oportunidad pues recién sale de los talleres del hangar para alzar vuelo.


Gracias abogado Güell Bográn, su aporte es histórico y muy valioso y, como le expresamos, nos llena de muchísimo orgullo. Su aporte a la “Fundación Museo del Aire de Honduras” es muy meritorio y lo dignifica superlativamente junto a toda su familia.

“Los aviones de la Fuerza Aérea Hondureña”, representa el conocimiento de una gran parte de la historia aeronáutica e identidad de los hondureños. Conozcámosla.



El Coronel  don Alfredo San Martin F. es actualmente  presidente de la Fundacion Museo del Aire de Honduras(FMAH).



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