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sábado, 7 de diciembre de 2013

Coronel Ayala, Fuerza Aérea de Honduras: "Esperamos repotenciar los Tucano y los Bell 412.



Entrevista INFODEFENSA.COM
 Foto Alberto López.


 (Infodefensa.com) A. López. - Para el coronel de aviación Yimmy Rommel Ayala, jefe del Estado Mayor General Aéreo de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH), mantener en óptimas condiciones el equipo aéreo militar del país centroamericano es de vital importancia para contrarrestar el asedio del narcotráfico que circula de sur a norte del continente y que invade, ilícitamente, las aguas y el espacio aéreo hondureños.

 Sin embargo, esta tarea no es fácil por falta de presupuesto, por lo que la FAH se apoya mucho de convenios que mantiene con la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y se busca la repotenciación de sus aviones Embraer EMB-312/T27 Tucano y los helicópteros Bell 412, tareas técnicas que pudieran arrancar en la segunda mitad del año, según se vaya recibiendo los fondos necesarios para ese fin.
 El jefe militar compartió algunos temas con Infodefensa.com, en el marco de la realización de la reunión preparatoria del Sistema de Cooperación entre Fuerzas Aéreas Americanas (Sicofaa), clausurada en San Salvador este pasado viernes, y como preámbulo para la Conferencia de Jefes de Fuerzas Aéreas Americanas (Conjefamer), a desarrollarse en Chile a finales de este mes.
 ¿Cómo tienen el ‘timming’ de repotenciación de los Embraer EMB-312/T27 Tucano y los Bell 412?
 Precisamente estamos buscando repotenciar los Tucano y los Bell 412 por la amenaza de la narcoactividad, pues se han tomado ciertas medidas de captación de fondos de tal forma que pueda ser posible la adquisición de estos repuestos, para mantener la flota aeronavegable.

 ¿Qué inversión significará esta repotenciación?
 Bueno es una inversión bastante alta, nuestros recursos no son tan fluidos como con la capacidad de mantener toda la flota, entonces tendrá que ser en etapas a fin de poder tener una cantidad que pueda responder a la amenaza que se cierne sobre nuestra región.
 A ese respecto, según se conoció la tasa de seguridad en Honduras no recaudó lo suficiente y eso ha afectado el presupuesto en Defensa para estos fines, ¿correcto?
 Así es, la captación de fondos a través de la tasa pues se ha fijado un fideicomiso que lo maneja una entidad del Estado y como las necesidades son tantas, no solamente de Defensa sino también de Seguridad por la situación misma que mencionaba de la narcoactividad interna, entonces hay diversos organismos que están luchando por obtener parte de eso (fondos), tanto Seguridad, Ministerio Público y también Defensa.

 Y a pesar de la falta de presupuesto se pudiera esperar la repotenciación del equipo aéreo al finalizar el año o se tendría que esperar hasta 2014?
 Esperamos que en el transcurso del segundo semestre se libere los fondos que están destinados a este rubro, de tal forma de empezar este año con la recuperación de las aeronaves.
 Y en ese sentido, se conoce también el acuerdo que tienen con Colombia, tanto en cooperación de sus fuerzas aéreas en la interceptación de la narcoactividad, como en otros rubros de Defensa, por lo que eso es un gran apoyo, ante la falta de presupuesto en Honduras, ¿no es cierto?
 Así es, la Fuerza Aérea Colombiana se ha vuelto en un líder en la región, en cuanto a la actividad de combate al tráfico ilícito, tanto de aeronaves como en la superficie o en el agua y sí ellos están apoyándonos en el sentido de adiestramiento más que todo y en cuestiones de tipo judicial para combatir este ilícito.
 Por otra parte, al respecto de los Northrop F-5, ¿no hay plan de repotenciación, como en el caso de los Tucano?
 No, el F-5 está ahorita en segundo término de prioridad, dado que el máximo esfuerzo que se está orientando de parte del Gobierno es precisamente de aeronaves de baja velocidad…
De ataque ligero…
De ataque ligero y hacia las unidades de superficie.
 Con la adquisición del Embraer EMB 314/A29 Super Tucano que se habló en el pasado ¿es un tema en ‘stand by’?
No, no lo hemos considerado.

 Con respecto al tema del radar de largo alcance para contrarrestar las trazas irregulares de vuelos del narcotráfico, ¿cómo están pensando solucionar la intermitencia del apoyo estadounidense con ese equipo que lo retiró una vez, se evalúa la compra de equipo propio, se habló con Israel en el pasado, por ejemplo?

 Se ha buscado varias opciones en cuanto al financiamiento del radar, Estados Unidos no ha propuesto una alternativa, entonces por nuestros medios tenemos que buscarlo, porque es muy necesario, dado lo que le decía que la tecnología que usa esta gente (los narcotraficantes) está muy avanzada, entonces cada vez nos sorprende con nuevos métodos en el traslado de este ilícito.
 

jueves, 25 de julio de 2013

Recuerdo de una epopeya.



Por el General(r) y abogado Wilfredo Sánchez V.

Se cumplen cuarenta y cuatro años de aquel funesto acontecimiento agresivo que sufrimos en julio de mil novecientos sesenta y nueve, y las causas aún perviven como permanente elemento de fricciones que niegan el espíritu de unidad federal cuyo ideal nos heredó nuestro general Morazán, sobre todo de nuestros vecinos salvadoreños a quienes tanto estimó. La negativa a reconocer nuestro derecho innegociable en el Océano Pacífico tiene las mismas características de aquel nefasto episodio, no deseamos que tenga el mismo desenlace, pero no lo rehuimos. Algunos presidentes han habido que no han querido ni que se hable de aquel episodio, aquellos campos de occidente y del sur quedaron regados de sangre de muchos héroes que cayeron en defensa de nuestra tierra. Y esos presidentes no querían “incomodar” con estos recuerdos a sus amigos presidentes de aquel país, El Salvador. Su amistad estaba por encima de la sangre de los hijos de esta su Patria, aún ahora no se recuerda el día de aquellas batallas, conmemoran a la OEA por el “alto al fuego” en ese día. Para recordar aquella epopeya, traemos aquí una página de mi libro Ticante, los preparativos de aquella batalla.

A lo largo de cinco kilómetros a las orillas de la quebrada Las Minas del Jutal, desde San Rafael, al pie del cerro de El Cipresal, hasta Polcho, en la margen derecha del río Lempa, y a dos kilómetros de distancia de la frontera, una línea de tiradores constituye la defensa de la frontera en el Teatro de Operaciones de Ocotepeque, dos compañías constituidas por una mezcolanza de tropas de Copán, Ocotepeque, Santa Bárbara, personal de Caminos, policías del Cuerpo Especial de Seguridad, y algunos voluntarios rebosantes de patriotismo, nada de adiestramiento, mal armados con fusiles Remington, Edyston, Máuser, Springfield, New Hausen, Johnson, Garand y carabinas, algunos fusiles de carga simple (un solo tiro) calibre 11 y 7 milímetros, los apoyos eran dados por ametralladoras Browning, Madsen calibres siete y treinta, Bredas, Lewis, lanza cohetes tres punto cinco, fusiles sin retroceso cincuenta y siete milímetros, morteros sesenta y ochenta y un milímetros, armamento de origen norteamericano, belga, noruego, francés, italiano, inglés, rusos, con calibres siete, treinta, treinta punto seis, treinta de carabina, once, siete sesenta y dos rusos, todos desechos de la primera y segunda guerras mundiales, para enfrentarnos a dos brigadas más, dos batallones independientes con moderno armamento automático alemán y carros blindados y artillería, ciento cinco norteamericanos de los salvadoreños, pero allí estábamos trescientos hombres, entre tropas permanentes y voluntarios, algunas tropas entrenadas para operaciones de seguridad interna, otras puramente reclutas que nunca han disparado un fisil, con insuficiente munición de hacía treinta o cincuenta años. En la línea habían soldados barbilampiños con sus ojos vidriosos viendo fijamente hacia el frente, hacia la frontera, asiendo su fusil fuertemente, asustadizos al más leve ruido.

En las aldeas y caseríos, muchos campesinos se resistían aún a abandonar su lar. ¿Adónde van a ir, si aquí lo tienen todo? -razonan ellos- muchos ya se fueron al interior del país, o a la vecina Guatemala, a Esquipulas, gran parte de familias, tanto de aquí como del otro lado (de El Salvador), están en gran dilema que los anonada: ellos son de aquí y de allá, familias de doble nacionalidad, el hombre es de Honduras, su mujer salvadoreña, sus hijos igual, indistintamente nacidos aquí, registrados allá, o viceversa, de acuerdo a la voluntad de quién domina en la familia.

En el pequeño valle, las tropas, diligentes, mejoran sus posiciones de combate, se intercambian la poca herramienta disponible que han logrado conseguir en las vecindades, muchos soldados de una misma unidad tienen la oportunidad de conocerse hasta hoy, pues provienen algunos de los departamentos de Santa Bárbara, otros de Copán y Ocotepeque, pero en vez de mantenerlos como unidades integradas, según como han convivido en sus fases de formación y origen, para que mantengan un poco de moral y orgullo, y que a la vez les insufle confianza, se han improvisado nuevas unidades con nuevos mandos, dos unidades empeñadas en la línea de cobertura son todas las fuerzas, sin profundidad, sin reservas, sin posiciones secundarias o alternas, pero a pulso de valor, a pulso de honor, aquellos catrachos deambulaban haciendo lo mejor en sus fosos, amontonando piedras, sacando y escondiendo la tierra, mimetizando sus posiciones de combate, estando a su favor la ignorancia de la criminal incompetencia de sus mandos, ignorantes de la criminal negligencia del Estado Mayor que no supervisó los medios, ni los mandos, no los planes.

El tiempo tiende su manto de resignación a la desidia humana y en aquel vallecito un puñado de valientes prepararon la línea del honor, para garantizarle a nuestro pendón que tremole libre y respetado, como testigo el imponente Merendón, los que hemos jurado defenderlo, aunque caigamos cobijados por sus benditos pliegues, aquí estamos, presentes con el acero en las manos.

Al día siguiente como a las cuatro treinta de la mañana, un ronco rugir en nuestro cielo se escucha en ruta de norte a sur, allí van Walter, Mejía, Aguirre y Rivera con un mensaje a los agresores. Momentos después escuchamos el retumbar de las bombas allá a lo profundo, como un quejido de la tierra, los ataques de nuestros aguiluchos responde a la agresión salvadoreña del día anterior sobre Tegucigalpa, Copán, Olancho y Ocotepeque.

A las cinco de la mañana, empezó el bombardeo de obuses ciento cinco sobre nuestras líneas y la ciudad de Ocotepeque, la batalla ha comenzado, ha comenzado el examen del soldado…

domingo, 14 de julio de 2013

Saludo al pueblo hondureño y sus Excombatientes de 1969.




Por Walter López Reyes
General de Brigada F.A.H ®
 

ERAN LOS PRIMEROS DIAS DEL MES DE JULIO DE 1969
CUANDO NUESTRA PATRIA SUFRE UN INFAME ATAQUE
SIN QUE EL ENEMIGO TOMARA EN CONSIDERACION
DE QUE ESTABAN HECHOS LOS SOLDADOS CATRACHOS
ASI COMO SU NOBLE PERO VIRIL POBLACION.

AQUELLA FRONTERA QUE CORRE DEL SUR A OCCIDENTE
ALLA EN LA QUE QUEDARON LOS CUERPOS SIN VIDA
DE MAS DE UN SOLDADO Y DE INDEFENSOS POBLADORES
ESE PEDAZO DE TIERRA QUEDO MARCADA EN LA HISTORIA
CON LA SANGRE POR TODOS ELLOS DERRAMADA.


NUESTROS INTREPIDOS PILOTOS Y SOLDADOS
LA GALLARDIA Y AMOR A LA PATRIA DEMOSTRARON
PORQUE ESTABAN DISPUESTOS A TODA COSTA DEFENDER
LO QUE POR TRADICION LE PERTENECIA A NUESTRA NACION
Y NEGARLE AL VIL INTRUSO SU DESATINADA PRETENSION.


FUERON MUCHOS LOS CIUDADANOS DE CIVIL
QUE SE HICIERON PRESENTES A LA ZONA DE LA ACCION
CUANDO EL ENEMIGO EJERCIA SU MAYOR PRESION
PUES TAMBIEN ERAN CATRACHOS BIEN NACIDOS
QUE PORTANDO SU FUSIL ESTABAN DECIDIDOS
A EVITAR LA INCURSION DEL INFAMANTE AGRESOR.


TODOS ELLOS PUSIERON A DIOS EN SU ALMA Y CORAZON
LUCHANDO CONTRA LAS FUERZAS INVASORAS
PREFIRIENDO PERDER LA VIDA ANTES QUE EL HONOR
ASI CAYERON MUCHOS CATRACHOS DEMOSTRANDO SU VALOR
PERO NUESTRO CIELO Y TERRITORIO INCOLUME QUEDARON.

QUE DIOS BENDIGA AL SIEMPRE NOBLE PUEBLO HONDUREÑO
DICIENDOLES QUE SI LUCHARON EN EL PASADO CON VALENTIA
CONTINUEN CON SU PRECLARO Y DECIDIDO EMPEÑO
EN MANTENER LA PAZ, LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA
Y OBTENER EL PROGRESO Y FELICIDAD DE LA NACION HONDUREÑA.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Guerra en el Golfo.


Por: Cnel. de Av. ® José A. San Martín F.
Josè-A.San-Martìn1

Aunque se diga lo contrario, las Fuerzas Armadas de Honduras, Nicaragua y El Salvador, aceitan sus recursos de guerra para utilizarlos en caso de que sea necesario en el Golfo de Fonseca. Serían irresponsables si no lo hicieran. Clásicamente, el empleo de la fuerza militar constituye el último recurso del que se echa mano cuando todas las demás opciones resultaron infructuosas en la solución de un conflicto entre países que pone en peligro la constitución de los estados y su soberanía.

El cuento de este problema en el Golfo de Fonseca, es viejo; tiene sus etapas, sus altos y bajos. Por temporadas no pasa nada; de repente aparecen las diferencias, pleitos por considerar que equis área pertenece a su país y no del otro. ¿Alguien ordena que se reactiven estas acciones de hostilidad?
A veces, lanchas patrulleras de la Naval salvadoreña acosan a las frágiles y pobres lanchas de nuestra Fuerza Naval estacionadas en las costas hondureñas del Pacifico; en otras oportunidades ocurre lo mismo con las embarcaciones de la Naval nicaragüense, acosando no solo a nuestras lanchas patrulleras sino que capturando y saqueando las de nuestros indefensos pescadores artesanales del Golfo, que tienen que pagar a las autoridades de Nicaragua montos promedios de entre US$ 8,000 y 10,000 dólares para recuperarlas. Imaginen la equivalencia en lempiras, 160,000 y 200,000 por sus lanchas artesanales y los pocos aperos que utilizan en sus labores de pesca para ganarse el pan de cada día y sostener a sus familias.

Muchos sacrificios hicieron para hacerse de un motor fuera de borda, el que a veces se pierde cuando son capturadas sus embarcaciones. Algunos se ven forzados a vender o hipotecar sus bienes, otros se comprometen con instituciones bancarias para financiarse y otros, al no poder obtenerlo, dan por perdidas sus embarcaciones y buscan otra actividad para trabajar o alimentan la influencia de la delincuencia o engrosan las “divisiones” de pobres.

Nunca hemos conocido que igual suerte corran las lanchas de pescadores nicaragüenses o salvadoreños. Desde que se emitió el fallo de la Haya estableciendo los derechos de los tres países en el Golfo de Fonseca, creímos que este diferendo había sido resuelto; sucedió solo en papeles porque en la realidad los hechos dicen lo contrario.

No obstante lo anterior y aunque las Fuerzas Armadas de los tres países le están prestando atención a esta situación que comienza a acusarse en la región, la Conferencia de Fuerzas Armadas de Centro América (CEFAC) que agrupa a los principales mandos militares de la región, debe hacer eco de sus objetivos, en el que uno de ellos persigue el establecimiento de medidas de confianza entre las instituciones castrenses. En otras palabras, ser leales y honestos entre todos. ¿Ocurre esto? Seguramente, y quisiera estar equivocado, solo cuando, reunidos en sus conferencias degustan café o vino.

Las Fuerzas Armadas de nuestros países deben proceder de acuerdo con los preceptos legales y el respeto a los acuerdos internacionales; por ningún punto de vista obedecer de sus autoridades políticas si estas, con sus órdenes, violan las leyes y los compromisos de los estados. Principalmente apoyar y fortalecer aquellos acuerdos que promueven la paz y el bienestar de la población.

 No existiría preocupación si los mandos militares de los países mantienen la misma frecuencia en nunca utilizar sus recursos de guerra para dirimir conflictos creando muertos y zozobra entre la población. Los políticos, los malos políticos, siempre persiguen satisfacer sus propios intereses aun a costa del perjuicio de las mayorías. No les importa la muerte de otros si con ello obtienen lo que quieren: bienes y poder. No es invento la opinión del señor Obispo Auxiliar de San Salvador al decir que, seguramente, la actual escalada del conflicto en el Golfo de Fonseca podría haber sido elaborada para distraer la atención de nuestros pueblos frente a la intención de, sabe Dios con qué mezquinos intereses, fraguar el logro de objetivos políticos egoístas.

En estos casos, las Fuerzas Armadas Centroamericanas nos deben dar tranquilidad y confianza. El pueblo debe tener la certeza que sus analistas militares están fielmente comprometidos con el cumplimiento de las leyes, los tratados y acuerdos internacionales; que están, las FFAA, unidas y alineadas, principalmente, con la promoción de la paz y el desarrollo de los pueblos para combatir con todos sus recursos a nuestro peor enemigo: La pobreza de nuestros pueblos.

lunes, 18 de marzo de 2013

General Vicente Tosta Carrasco..

Tomado y recopilado del sitio Honduras en sus manos en FB.

Militares de Carrera desconocidos en la actualidad en Honduras.

Anales de la Historia

3 meses combatiendo a las fuerzas del general Ferrera

Ha regresado a Tegucigalpa el señor ministro de Guerra y Marina, General don Vicente Tosta. Tres meses permaneció este bizarro militar en las comarcas occidentales de la República, reduciendo al orden a las huestes facciosas que lanzara contra el gobierno Constitucional de l...a República el general Gregorio Ferrera.

La labor del General Tosta y del Ejército que comandaba ha sido heroica y de incalculable provecho para el crédito y la civilización del país, que se vio seriamente amenazado con la irrupción indígena de Intibucá, provocada por caudillos ambiciosos que, ciegos por su sed de mando, no vieron la triste situación en que se encontraba la República y el mal inmenso que le causaba con sus constantes atentados contra la paz pública y la tranquilidad social.

Los enemigos del actual gobierno, que no han podido negar el valor militar y los méritos personales del General Tosta y que comprendieron que su presencia en los sectores de occidente daría un triunfo indudable a la causa de la legalidad, se dieron por mucho tiempo a la ridícula e infecunda tarea de forjar leyendas de desprestigio alrededor de la actuación del genial estratega hondureño, y cuando ya la falsía no pudo más, los innobles adversarios inventaron su muerte y trasmitieron esa noticia a todos los rumbos de Centro América, para dar un consuelo momentáneo y una fugaz esperanza a los que de lejos han estado esperando el advenimiento de un orden de cosas imposible ya en nuestra patria.

Vive el General Tosta, para el bien de la República y para orgullo del Ejército hondureño y vive cada vez más optimista, cada vez más enérgico, cada vez más entusiasta por la paz, por el progreso y el engrandecimiento de la nación y siempre convencido de que todos los impulsos deben dirigirse a realizar la definitiva reconciliación de la familia hondureña, borrando las divisiones circunstanciales de un partidarismo retrógrado y corruptor.

Yo puedo creer que la guerra ha terminado en Occidente cuando el general Tosta regrese a Tegucigalpa.

Eso nos decía hace poco –incrédulo y malicioso– un obcecado adversario del actual gobierno.

Ya está aquí, pues, el vencedor de las hordas rebeldes de Z. Pérez. Ya ha regresado del campo de operaciones el jefe sereno y valeroso que supo imponer el triunfo en las serranías de Malguara y reducir al orden a las montoneras de indígenas que azuzados por caudillos impenitentes sembraron el pavor, a sangre y fuego, en poblaciones indefensas y lejanas.

El regreso del General Tosta a la capital trae el convencimiento de que la paz se consolida. Y el fracaso que han sufrido los revoltosos en los lugares en donde presentaron acción, es la mejor prueba de la fuerza de los gobiernos que están respaldados por la opinión pública y sostenidos por el apoyo moral de los países vecinos y de las naciones extranjeras.

Las guerras, hechas así, por puro gusto, ya no prosperan en Honduras.

Sólo por el camino del orden y de la ley pueden los aspirantes conquistar las cumbres del poder público.

LUX celebra el retorno del General Tosta; lo felicita por las brillantes acciones realizadas en Occidente y le desea largos días de calma y de ventura en el seno de su estimable hogar.

Fuente: Revista de Información y Variedades, Tegucigalpa, 9 de agosto de 1925.

martes, 19 de febrero de 2013

PRIMER GRUPO TACTICO.

Por el Walter López Reyes
General de Brigada F.A.H ®.

BASE AEREA “CORONEL ARMANDO ESCALON ESPINAL”
Estandarte que me fue entregado cuando fungía como Comandante de la Base Aérea “Coronel Armando Escalón”, antes de partir para la ciudad capital de la República y Tomar Posesión de la Comandancia General de la Fuerza Aérea Hondureña. En el mismo aparecen los tipos de aeronaves que formaban parte de la línea de vuelo. La Base Aérea “Escalón”, fue catalogad...a como la más fuerte en nuestro país y del área centroamericana en esa época. Los programas de Entrenamiento en los aviones a reacción en sus distintas fases, táctica y estratégica, se realizaban obedeciendo a la doctrina de Combate Aéreo vigente. 


 Durante varias décadas, los miembros que le dieron vida a nuestra Institución Aérea, lucharon infatigablemente para estructurar una organización que respondiera a los preceptos constitucionales de proteger los cielos hondureños y mantener la integridad territorial, así como también, defender el país de cualquier peligro o amenaza contra la Democracia y la Libertad; en tal sentido, la Fuerza Aérea fue dotada de aviones de primera línea para desempeñar con eficiencia la defensa aérea, interdicción y apoyo directo a las Fuerzas del Ejército y la Naval.

  Recordemos que todo presente tiene un origen, siempre hay un ayer, el pasado institucional nos determina, pertenece a nuestra historia y deberá seguir vivo en nosotros. Los Aviadores somos herederos de nobles y heroicas tradiciones, pero también tenemos el ineludible deber de ser autores de un futuro, porque la historia no se detiene.

 “No hay nada más fuerte que el corazón de un Aviador volando para defender la libertad y el honor de su Patria”.



martes, 12 de febrero de 2013

Reflexiones sobre el poder aéreo.

Foto coleccion, propiedad y cortesia de Jurgen Andreas Hesse Joya.
 
 
 
Por el General de Brigada ®
Walter López Reyes.
 
 
 
En consideración a las experiencias que Honduras ha tenido en el pasado, tanto en el plano fronterizo como de otra naturaleza, el rol asignado a la Fuerza Aérea Hondureña en los conflictos tradicionales, no ha pasado desapercibido para aquellos que han amenazado nuestros intereses nacionales. Los eventos sucedidos en nuestras fronteras y las amenazas actuales como el narcotráfico, el tráfico ilícito de personas y armas de distinto calibre, así como el contrabando de diversos materiales y productos, reflejan las formas en que las Fuerzas Armadas de Honduras han tenido que adaptarse y transformarse para enfrentar los nuevos retos presentados por enemigos que continuamente amenazan los intereses y objetivos nacionales y sobre todo, nuestra soberanía del espacio aéreo.



Aunque las capacidades y efectos que las Fuerzas Armadas aportana la defensa nacional contempladas en la Constitución de la República, no son visibles para el observador casual, como las maniobras de entrenamiento a las distintos componentes del poder militar, el poder aéreo (incluidas la doctrina de operaciones en los dominios del aire) deberá continuar siendo un “disuasivo” valioso para preservar el honor nacional, la soberanía e integridad territorial. Nadie debe descartar la amenaza de fuerzas irregulares (crimen organizado y grupos de narcotraficantes), como algo que corresponde estrictamente a la competencia de las fuerzas de operaciones terrestres especiales, como ser la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico y la Policía Nacional. Entender el entorno de estos grupos con mucha logística, con capacidad económica y apoyo externo, requiere de un estudio permanente del Alto Mando y en particular, de aquellos que formulan y dirigen las políticas del Estado hondureño, ya que serán cruciales para las decisiones que deberán tomar los futuros líderes de la Fuerza Aérea Hondureña que, sin duda alguna, demostrarán que su entrenamiento va a ser útil para asegurar que su doctrina siga adaptándose a un enemigo continuamente variable.

El aspecto a considerar, es una lucha de larga duración que presenta este tipo de problemas, pues plantea retos a los gobiernos de turno, en cuanto a su voluntad de aportar recursos considerables para conducir y permanecer involucrado en una lucha prolongada. Históricamente, las democracias tienden a cansarse de luchar de forma relativamente rápida, según se refleja en las experiencias de los países que sufren este tipo de conflictos. De hecho, la red de grupos que conforman el crimen organizado y de narcotraficantes, intentan llevar el conflicto a un plano de “guerra prolongada” mientras las naciones democráticas a las que atacan, demuestran signos de fatiga tan solo unos pocos años después de entrar en batalla. Este aspecto de guerra larga tiene implicaciones para la Fuerza Aérea actual; por ejemplo, los oficiales subalternos, que operan hoy a nivel táctico, pueden ser responsables de los aspectos estratégicos de la guerra del mañana. No solo deben nuestros aviadores tener conocimientos del poder aéreo en la “guerra irregular”, sino que también deben articular sus conceptos y demostrar, de manera fehaciente, sobre las armas y destrezas que el poder aéreo aporta a la lucha.

Algunas personas se refieren a esta noción como dominio del aire; otros le llaman supremacía aérea. Pero el punto es claro: El objetivo primordial de la fuerza aérea es derrotar o neutralizar a los grupos o fuerzas enemigas de modo que las operaciones de la ofensiva terrestre, marítima o aérea, puedan realizarse según lo planeado, mientras que los centros vitales y fuerzas militares propias permanezcan a salvo de una incursión aérea del adversario. La guerra y la paz se deciden, organizan, planifican, aprovisionan, y se dirigen al nivel estratégico de la guerra. Los dirigentes políticos y militares que conforman el Alto Mando ubicados en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, deben enfocar su estudio y planificación en los recursos: económicos, humanos y naturales para formar y equipar a las Fuerzas Armadas. Las conflictos armados, sean estos regulares o irregulares, son ejercicios de desgaste y aniquilación.

El poder aéreo, letal y no letal, puede ser orientado hacia casi cualquier cosa. Pero, tener la capacidad de atacar cualquier objetivo no significa que se deba atacar cualquier cosa. La selección de los blancos que se han de atacar o afectar de una forma u otra es la esencia de la estrategia aérea. Casi todos los teóricos de la aviación reconocen este punto. Lamentablemente, muchos han dejado por fuera otros factores que inciden en la toma de decisiones que al final determinan el éxito de cualquier campaña político-militar que se quiera realizar.

Entrenamiento constante, preparación, estudio y práctica de día y de noche, son factores que se deben considerar por los grupos de reacción que darán respuesta efectiva a cualquier eventualidad.
 
 
Foto coleccion, propiedad y cortesia de Nelson Sosa Herrera.
 
La clave de toda guerra es el factor amorfo y no cuantificable conocido como “la voluntad nacional”. Ocupa el lugar central en el esquema porque es el aspecto más crucial de un país en crisis de seguridad. En esencia, la guerra es sicológica. Por lo tanto, en el sentido más amplio, la voluntad nacional es siempre el Centro de Gravedad o el factor clave. Cuando “el país” decide que la guerra está perdida, entonces y solo entonces, estará verdaderamente perdida. Sin embargo, esto dice realmente muy poco. El desafío obvio para el estratega es determinar cómo destruir, o al menos debilitar, esa voluntad colectiva. Es un agregado de muchos factores diferentes y no tiene forma física; atacar directamente la voluntad nacional es raramente posible. Más bien, se debe apuntar a las manifestaciones de esa voluntad. En sentido general esas manifestaciones pueden calificarse de “capacidad militar”.
 
La capacidad militar es la suma de los atributos físicos del poder: tierra, recursos naturales, población, dinero, industria, gobierno, fuerzas armadas, redes de transporte y comunicaciones, etcétera. Cuando se han disipado o destruido estos recursos, cuando no queda capacidad efectiva con la cual pelear, entonces la voluntad nacional se desvanece o deja de tener importancia. Por eso, la capacidad militar está estrechamente ligada a la voluntad nacional e igualmente se aloja en el centro de la existencia de una nación; es la suma del poder físico total de un país, por lo que resulta importante mantener en un alto grado de operatividad a esa fuerza. Su éxito ante una eventual amenaza interna o externa, no dependerá de su tamaño sino de su entrenamiento y capacidad de respuesta.

La tarea del estratega aéreo es entender las varias teorías de selección de objetivos y elegir una, o una combinación de ellas, para crear un plan realizable. Esto se logra respondiendo a tres preguntas inherentes: ¿Cuál es la meta? ¿Cuánto se puede invertir para lograr esa meta? ¿Cuál es el valor que le dará a la preparación y entrenamiento? El estratega aéreo debe, por lo tanto, implementar un plan que involucre la transformación de metas amplias en objetivos militares concretos, identificando los conjuntos de objetivos que se deben afectar para lograr esas metas y, a continuación, convertir el todo en un orden de operaciones factible de poner en práctica. No se puede hacer demasiado hincapié en la importancia que tiene el vincular claramente los objetivos seleccionados y los objetivos buscados.

¿Qué se espera específicamente que haga el enemigo si se corta la red de distribución y su logística? Si el objetivo global es obligar al enemigo a que detenga sus intenciones, como por ejemplo, el abastecimiento de drogas a ciertas poblaciones o centros de distribución, entonces ¿cómo contribuirá la intercepción y posible derribo de narco-avionetas a los planes originales de los narcotraficantes? En otras palabras, destruir o neutralizar un blanco no significa estar más cerca de las metas. El proceso intelectual de vincular los fines y los medios es un requisito crucial, a menudo subestimado por el estratega aéreo o por los que toman las decisiones políticas del Estado.


Foto coleccion, propiedad y cortesia de Heber Alejando Doblado P.
 
En resumen, se ha puesto en evidencia desde el conflicto armado de 1969, que el poderío aéreo juega un papel preponderante en los problemas de seguridad y defensa que enfrenta el país. Es posible que los oficiales del Estado Mayor Conjunto y comandantes de Fuerza Armadas se hayan dado cuenta de que sus operaciones son sumamente difíciles, si no imposibles, sin el empleo amplio del poderío aéreo. Su efectividad al nivel estratégico de la guerra, sin embargo, es un tema distinto. Los aviadores han sostenido, desde sus primeros conceptos de la Doctrina del Combate Aéreo, que el arte militar ha cambiado para siempre debido al uso del arma aérea en sus distintas modalidades deempleo. La pregunta sobre qué objetivos tácticos y estratégicos deberá tener prioridad en una campaña aérea, es sorprendentemente compleja, y la respuesta no es del todo clara. Como resultado, ha surgido una variedad de teorías aéreas, cada una con su propia lógica y evidencia.

La afirmación de que la “flexibilidad es la clave del poderío aéreo” se ha convertido en un aforismo. Es tan verdadero en el sentido teórico como en el operacional. Ahora necesitamos aviadores entendidos y con buena base en todos los aspectos de la guerra, incluyendo el teórico. Solo entonces serán capaces de seleccionar el concepto de empleo que mejor se acomode a la situación que enfrentan. La flexibilidad es también la clave para la estrategia aérea. Por último, la estrategia de selección de blancos aéreos es un arte, no una ciencia. Desdichadamente, es un arte increíblemente complejo. Y debe ser entendido por los que dirigen al Instituto Armado, en especial, a la Fuerza Aérea.Las políticas las elaboran y dirigen los políticos, los militares solo las ejecutan.



 
 
 

domingo, 10 de febrero de 2013

Oficial de la F.A.H en el Sahara Occidental




 
 
Oficial de la F.A.H como parte del despliegue de la O.N.U en el Sahara Occidental.
Fotos coleccion, propiedad y cortesia del Tte. Coronel F.A.H Yuri Chavez.
 

viernes, 1 de febrero de 2013

Estrategia Aérea.

Selección de Objetivos Buscando un Efecto

Col Phillip S. Meilinger, USAF

Los aviadores siempre han pensado que el aeroplano es un arma inherentemente estratégica. El poderío aéreo, operando en la tercera dimensión, puede ignorar la batalla táctica de superficie y operar directamente contra los centros de gravedad (COG) de una nación enemiga: los centros industriales, políticos, económicos y de población que permiten que un país funcione. Sin embargo, los teóricos del poderío aéreo han discrepado en cuanto a qué objetivos específicos se deben atacar o neutralizar para obtener los mejores resultados. Debemos entender las diferentes estrategias de selección de objetivos aéreos, porque éstos definen colectivamente los límites del pensamiento del poderío aéreo estratégico, y esclarecen la conexión entre el arma aérea y su rol en la guerra. Además, la comprensión de estos conceptos conduce a un dominio más equilibrado y flexible de la estrategia aérea y los factores que entran en su determinación.

Los sicólogos nos dicen que el evento más traumático en nuestra vida es el nacimiento. De ser así, el nacimiento del poderío aéreo fue doblemente traumático porque ocurrió conjuntamente con la Primera Guerra Mundial. Aquella guerra destruyó imperios, produjo dictaduras, causó la muerte de cuando menos 10 millones de personas y tuvo un efecto profundo en el manejo de la guerra. La pérdida de una generación de soldados europeos, así como más de cien mil americanos, convenció a los líderes estadounidenses que se debían alterar las tácticas y las estrategias. Por esta razón, las soluciones radicales recibieron mayor consideración de la que hubieran recibido normalmente. El poderío aéreo fue una de esas soluciones radicales.

Cuando un país desea ejercer influencia sobre otro, tiene varios instrumentos a su disposición—los “instrumentos de poder” militar, económico, político y sicológico. Dependiendo de los objetivos de un país, éste puede emplear esos instrumentos contra otro país. Por ejemplo, si el objetivo es expresar la desaprobación sobre el dictador en un país A que oprime a su pueblo, el país B puede imponer sanciones —usar el instrumento del poder económico— en un intento de modificar su pernicioso comportamiento. El país B también puede pedir a las Naciones Unidas que condene al dictador y vuelva la opinión mundial en su contra —uso de los instrumentos de poder político y sicológico. Obviamente, conforme las cosas se vuelven más serias, el instrumento militar se vuelve más prominente.

Estos instrumentos de poder se dirigen en contra de los COG del enemigo, que pueden ser los puntos fuertes de un país —tal vez la armada o la infraestructura industrial— aunque también pueden ser los puntos vulnerables. Se debe reconocer esta distinción. Al intentar doblegar a un enemigo a nuestra voluntad, atacarlo en su punto más fuerte no es siempre necesario ni deseable; más bien, deberíamos atacarlo en su punto más débil si eso puede causar su desplome. Así, el punto fuerte de un país puede ser su marina de guerra, sin embargo su punto débil puede al mismo tiempo ser la dependencia de las rutas marinas que le suministran alimentos y materias primas. En tal caso, un estratega puede desear evitar el punto fuerte del enemigo y atacar su punto débil. Esto es similar a una situación durante la Primera Guerra Mundial, cuando la flota alemana de superficie permaneció en su puerto por temor a la Real Marina Inglesa, mientras que los submarinos alemanes realizaban una campaña altamente efectiva contra los barcos mercantes británicos. Se puede agrupar a los COG genéricos de un país en las categorías de fuerzas militares, la economía y la voluntad popular (Tabla 1). En resumen, la estrategia consiste en emplear los instrumentos de poder contra los COG del enemigo.


Tabla 1
Instrumentos del Poder y
Centros de Gravedad Genéricos
Instrumentos de Poder COG Genéricos
• Militar • Poderío
• Económico • Economía
• Político • Voluntad
• Sicológico
Tradicionalmente, las fuerzas armadas han empleado el instrumento del poder militar para operar contra las fuerzas militares del enemigo (Fig. 1). Esto se debió, con razón, al hecho de que los otros COG dentro del país estaban protegidos y escudados por aquellas fuerzas militares. En consecuencia, la guerra se volvió una contienda entre las fuerzas armadas; los perdedores en la batalla exponían los COG de su país al vencedor. Generalmente, la destrucción u ocupación efectiva eran innecesarias: con el interior del país expuesto y vulnerable, el gobierno apelaba a la paz. Aunque las acciones de tierra también podían tener un efecto sobre la economía o la voluntad del enemigo —representado en la Figura 1 por las flechas más delgadas— tales consecuencias eran usualmente indirectas y a menudo no planeadas. Poca sorpresa causa entonces que los teóricos militares a través del tiempo consideraran al ejército enemigo como el COG principal, porque al caer el ejército también caía la resistencia.1 Sin embargo, tal como se observó, la Primera Guerra Mundial demostró que tales contiendas de desgaste se habían vuelto demasiado sangrientas —para ambas partes— para servir como un instrumento racional de política. Los soldados buscaron una solución, pero los marinos y los aviadores tomaron enfoques totalmente diferentes.


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 La Noción de la Nación-Estado
La clave de toda guerra es el factor amorfo y no cuantificable conocido como “la voluntad nacional”. Ocupa el lugar central en el esquema porque es el aspecto más crucial de un país en guerra. En esencia, la guerra es sicológica. Por lo tanto, en el sentido más amplio la voluntad nacional es siempre el COG clave—cuando “el país” decide que la guerra está perdida, entonces y sólo entonces estará verdaderamente perdida. Sin embargo, esto dice realmente muy poco. El desafío obvio para el estratega es determinar cómo destruir, o al menos debilitar, esa voluntad colectiva. Como es un agregado de muchos factores diferentes y no tiene forma física, atacar directamente la voluntad nacional es raramente posible. Más bien, se debe apuntar a las manifestaciones de esa voluntad. En sentido general esas manifestaciones pueden calificarse de “capacidad militar”.

La capacidad militar es la suma de los atributos físicos del poder: tierra, recursos naturales, población, dinero, industria, gobierno, fuerzas armadas, redes de transporte y comunicaciones, etcétera. Cuando se han disipado o destruido estas cosas —cuando no queda capacidad efectiva con la cual pelear— entonces la voluntad nacional se desvanece o deja de tener importancia. Por eso, en el esquema que se presenta aquí, la capacidad militar está estrechamente ligada a la voluntad nacional. Igualmente, debido a que la capacidad militar está en el centro de la existencia de una nación y es la suma del poder físico total de un país, resulta sumamente difícil destruirla por completo. La clave está en perforar selectivamente esta fuerte coraza de capacidad militar en uno o varios lugares, exponiendo el núcleo vulnerable. A través de estas aberturas se puede perforar, punzar, dar forma e influenciar la voluntad nacional. En la mayoría de los casos la voluntad se desploma bajo tanta presión antes de que se agote la capacidad.

Los nodos que rodean el núcleo central son los COG de facto que se pueden seleccionar como objetivos. Tal como se indicó anteriormente, en el pasado las fuerzas armadas y el territorio enemigo eran por lo general los focos de las operaciones porque eran los más accesibles. A menudo, si se derrotaba al ejército o si se invadía una provincia estratégicamente situada, seguiría un acuerdo negociado. Las nuevas capacidades ofrecieron nuevas oportunidades. La historia de la estrategia aérea es una historia de selección de objetivos—que intenta descubrir qué COG es el más importante en un lugar, en un tiempo y en una situación dada. Aunque los teóricos aéreos podrían coincidir en que el poderío aéreo es intrínsecamente estratégico, generalmente han discrepado—enérgicamente—en qué objetivos son los más apropiados para lograr los objetivos estratégicos. Lo que sigue a continuación es un resumen de las distintas clases de teoría de selección de objetivos del poderío aéreo.

El general Giulio Douhet creía que la población era el objetivo principal de un ataque aéreo y que el ciudadano promedio, especialmente el habitante urbano, se asustaría ante un ataque aéreo.3 La limitada experiencia de la Primera Guerra Mundial parecía apoyar ese argumento. Douhet por lo tanto, estaba convencido que si se lanzaba una combinación de bombas incendiarias, químicas y altamente explosivas sobre las principales ciudades de un país se causaría tal trastorno y devastación que la revuelta y la rendición subsecuente serían inevitables. Aunque sus predicciones relativas a la fragilidad de los centros vitales de un país y la debilidad de la resolución de una población demostraron ser totalmente erróneas durante la Segunda Guerra Mundial, su premisa básica ha tenido una aceptación perdurable.

Afortunadamente, las contrapartes estadounidense y británica de Douhet vieron en el poderío aéreo la esperanza de seleccionar como blancos cosas en lugar de personas. La doctrina aérea de los Estados Unidos y Gran Bretaña durante los años entre las guerras se concentró en la infraestructura industrial del enemigo, no en su población. Según esta perspectiva, el estado moderno dependía de la producción masiva de productos militares —barcos, aeronaves, camiones, piezas de artillería, municiones, uniformes, etcétera. Además, los productos esenciales como electricidad, acero, productos químicos y el petróleo fueron también blancos militares y de gran importancia ya que eran los pilares esenciales para la fabricación de otros productos militares necesarios para sostener un esfuerzo bélico.

En Estados Unidos, las ideas del brigadier general Billy Mitchell influenciaron fuertemente a la Air Corps Tactical School, cuyos profesores perfeccionaron una doctrina que escogía los cuellos de botella industriales; aquellas fábricas o funciones que eran esenciales para la operación efectiva del sistema global.4 Este concepto de “red industrial” imaginaba un país enemigo como un sistema integrado y de apoyo mutuo, pero que cómo una casa de naipes era susceptible de destrucción repentina. Si se atacaba o neutralizaba el cuello de botella correcto, todo el edificio industrial se derrumbaría.5 Fue esta la doctrina que las Fuerzas Aéreas del Ejército llevaron a la Segunda Guerra Mundial.

La Real Fuerza Aérea (RAF), dirigida por el mariscal del aire Hugh Trenchard, adoptó un enfoque ligeramente diferente. Trenchard había sido testigo de la reacción extrema de la población y sus líderes políticos ante los ataques aéreos alemanes en Gran Bretaña durante 1917 y 1918 —después de todo, esos ataques dieron lugar a la creación de la RAF. Sostenía, como lo hizo Douhet, que los efectos sicológicos del bombardeo sobrepasaban los efectos físicos. A diferencia del general italiano, Trenchard no creía que atacar directamente a las personas era la estrategia correcta para producir el trauma sicológico.6 Tal política era moral y militarmente cuestionable. En cambio, propugnó algo similar a la estrategia de la Air Corps Tactical School: la infraestructura industrial de un país era el blanco adecuado. Según su razonamiento la interrupción de la vida normal —pérdida de empleos, sueldos, servicios, transportes y bienes— sería tan profunda que la gente exigiría la paz. En resumen, mientras que los estadounidenses deseaban bombardear la industria para destruir su capacidad, Trenchard y la RAF buscaban bombardear la industria para destruir la voluntad nacional.

Otro oficial de la RAF, el comandante de grupo John C. Slessor, abordó las complejidades de la teoría aérea entre las guerras.7 Sostuvo que las líneas de abastecimientos y de comunicaciones del ejército enemigo eran el COG clave, y que si se interrumpía y neutralizaba el sistema de transporte del enemigo, su ejército no sólo sería incapaz de ofrecer resistencia efectiva sino que también el país entero quedaría paralizado y vulnerable. Esta parálisis, a su vez, tendría un efecto decisivo en la capacidad y la voluntad de la nación enemiga. En esencia, Slessor proponía la interdicción aérea al nivel estratégico y operacional. Por esta razón, la RAF presionó justamente por tal campaña aérea contra Alemania en 1944. El “plan de transporte”, como se le llamó, realmente demostró ser exitoso al asegurar el éxito de los desembarcos en Normandía restringiendo drásticamente el flujo de refuerzos alemanes al área de ocupación. Además, la destrucción generalizada del sistema ferroviario alemán en Europa Occidental tuvo efectos devastadores sobre el esfuerzo bélico total, tal como Slessor lo había predicho.

 El Coronel Phillip S. Meilinger (Academia de la USAF; Maestría, University of Colorado; Doctorado, University of Michigan) es profesor de estrategia del US Naval War College en Newport, Rhode Island. Entre 1991 y 1995, sirvió como decano de la School of Advanced Airpower Studies en Maxwell AFB, Alabama. Como piloto de comando, ha volado aviones C-130 y HC-130 tanto en Europa como en el Pacífico, y entre 1989 y 1991 sirvió en el Estado Mayor del Aire en el Pentágono. Es autor de Hoyt S. Vandenberg: La Vida de un General (Hoyt S. Vandenberg: The Life of a General) (Indiana University Press, 1989) y de 10 Propuestas sobre Poderío Aéreo (10 Propositions Regarding Airpower) (Programa de Museos e Historia de la Fuerza Aérea, 1995); ambas obras se encuentran en la lista de lectura profesional obligatoria del comando conjunto de la Fuerza Aérea. También es editor y coautor de Las Rutas del Cielo: La Evolución de la Teoría del Poderío Aéreo (The Paths of Heaven: The Evolution of Airpower Theory) (Air University Press, 1997) y ha publicado numerosos artículos sobre teoría, historia y empleo del poderío aéreo. El Coronel Meilinger es graduado de la Escuela de Oficiales de Escuadrón, de la Universidad del Comando y Estado Mayor Aéreo, y de la Universidad de la Defensa Nacional de los EE.UU.